Nuestro tono de voz: el fondo sonoro de la emociones
Nuestra voz hace resonar nuestro estado interno, revela mucho de nosotros aunque no nos percatemos de ello. Además, los problemas que a menudo tenemos con la voz guardan una relación directa con conflictos emocionales no resueltos. El tono de voz nos conecta con nuestras emociones.
Al enviar un mensaje distinguimos entre cuatro tonos o canales diferentes:
AUTORIDAD: "Haz esto", "Cállate". Son palabras exigentes y que, muchas veces, no nos gustan
EXPECTATIVA: Denotan cierta ironía sobre nuestra conducta. "Supongo que vendrás"
SÚPLICA: Hay personas que parece vayan pidiendo perdón: "Por favor"
DESEO: No hay expectativa ni obligatoriedad. Implica libertad de elección y conlleva cierta madurez: "Me gustaría que lo hicieras"
Es importante darse cuenta de nuestro canal prioritario pues, a menudo, nos cuesta encontrar explicaciones a los resultados que obtenemos al pedir las cosas.
Hoy en día se valora mucho más la credibilidad personal que la verborrea florida.
Y aunque la palabra no sea el elemento más importante de la comunicación, sabemos que tiene un importante impacto neurológico.